Contexto y motivación
La nueva ley de desperdicio alimentario surge como respuesta a la necesidad de abordar el problema del despilfarro de alimentos a nivel nacional (que es especialmente relevante en el sector hotelero). Este fenómeno tiene graves consecuencias éticas, económicas y medioambientales, afectando a toda la cadena alimentaria y a la sociedad en general.
Además, la normativa está en línea con los compromisos internacionales asumidos en la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, que constituyen cada vez más un estándar en la industria.
Objetivo
La ley de desperdicio alimentario resulta esencial para lograr un sistema alimentario más eficiente y sostenible. Al establecer obligaciones y buenas prácticas para los diferentes agentes de la cadena, se promueve una mayor responsabilidad y conciencia sobre el problema del desperdicio.
En ella también se abordan algunos aspectos clave como la jerarquía de prioridades en el uso de alimentos, la racionalización de las fechas de consumo preferente y la promoción de la colaboración entre diferentes sectores. En este artículo te explicamos cada uno de los puntos y cómo van a afectar a la industria hotelera.
Nuevas medidas
Planes de prevención de pérdida y desperdicio alimentario
Como parte de la industria hotelera, estaremos obligados a implementar un plan de prevención de pérdidas y desperdicio alimentario. Deberemos realizar un autodiagnóstico de nuestros procesos productivos, identificar dónde se producen las pérdidas de alimentos, establecer medidas para minimizarlas y destinar los excedentes a otros usos siguiendo la jerarquía de prioridades establecida por la nueva ley.
Jerarquía de prioridades
La jerarquía de prioridades en el uso de alimentos será clave para evitar su desperdicio. La prioridad máxima será siempre el consumo humano, a través de la donación o redistribución de alimentos en caso de no consumirlos.
Posteriormente, se contempla la transformación de los alimentos en productos como zumos o mermeladas y, cuando ya no sean aptos para el consumo humano, se prioriza su uso en la alimentación animal, fabricación de piensos, obtención de compost o biocombustibles.
Donación de excedentes
Pronto estaremos obligados a suscribir convenios de colaboración con empresas, entidades de iniciativa social y otras organizaciones sin ánimo de lucro o bancos de alimentos para la donación de excedentes alimentarios. En estos acuerdos, tendremos que recoger de forma expresa las condiciones de recogida, transporte y almacenamiento de los productos.
Eat Inn busca rentabilizar el excedente alimentario inevitable en hoteles ofreciendo un servicio de calidad para el hotel y para el consumidor final.
Take-away de alimentos no consumidos
Deberemos facilitar al consumidor que pueda llevarse, sin coste adicional alguno, los alimentos que no haya consumido, salvo en los establecimientos tipo bufé libre o similares.
Para ello, tendremos que disponer de envases aptos para el uso alimentario, que sean reutilizables o fácilmente reciclables.
Buenas prácticas
La ley establece medidas de buenas prácticas aplicables en nuestros establecimientos como promover el consumo de productos de temporada, de proximidad o ecológicos, e incentivar la venta de productos con fecha de consumo preferente o de caducidad próxima.
¿Qué impacto tendrán?
Mayor responsabilidad social
Reduciendo el desperdicio alimentario, el sector hotelero contribuirá a disminuir el impacto ambiental y a usar de forma más eficiente los recursos naturales. Cumplir con la nueva ley de forma temprana y evitar sanciones favorecerá la reputación del hotel y será un distintivo frente a la competencia y un reclamo para clientes cada vez más concienciados sobre la importancia de cuidar el medio ambiente.
Cuanto antes se implementen las medidas adecuadas, mejor para el hotel y para los consumidores.
Ahorro de costes y eficiencia operativa
Implementando medidas de prevención y reducción del desperdicio alimentario estamos, de forma indirecta, mejorando nuestros procesos productivos y la eficiencia operativa del establecimiento. Esto repercute de forma positiva en los costes de gestión de residuos, y nuestra propuesta va un paso más allá al convertir un gasto habitual en un beneficio para el hotel.
Contribución a la comunidad local
El planteamiento de bonos de comida saludable a precios competitivos permite a los hoteles rentabilizar el excedente alimentario reduciendo gastos en gestión de residuos mientras se abre un nuevo mercado potencial de consumidores no alojados en el establecimiento.
Indirectamente, esto puede convertir al hotel en un centro local relevante y mejorar su reputación, aumentando la demanda de visitantes e incluso de locales.
Conclusión
La nueva ley representa un reto y al mismo tiempo una oportunidad valiosa para la industria. Adoptar prácticas más sostenibles y responsables será ahora un imperativo legal que cuanto antes se asuma más beneficios traerá.
Además la implementación de las diversas medidas que componen la ley no solo nos permitirá reducir el impacto medio ambiental, si no también mejorar nuestra eficiencia operativa y producir más valor en nuestro entorno local al aportar nuevas vías de interacción con la comunidad circundante.
Adaptándonos a la nueva normativa damos un paso hacia un futuro más sostenible y responsable, alineado con los objetivos globales de desarrollo sostenible y con las expectativas de una sociedad general cada vez más verde.
Si quieres saber más sobre cómo podemos ayudarte a implementar las diversas medidas que van a pasar a ser requeridas o cuánto beneficio potencial podemos ofrecerte, estaremos encantados de ayudarte y construir juntos un mañana mejor para todos.
